¿Has escuchado sobre la figura del Compliance Officer? y cómo mediante sus funciones de supervisión, prevención, gestión y control, apoya a las distintas áreas que conforman una organización para que puedan llevar a cabo sus actividades de forma íntegra con respeto hacia la legalidad y ética corporativa, pues bien; esta es una figura que cada vez adquiere mayor relevancia en nuestro país a raíz del ingreso de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), donde como parte de las medidas adoptadas se realizaron cambios normativos con respecto a la responsabilidad penal de las personas jurídicas sobre delitos de corrupción, contratación administrativa y de competencia, entre otros, siendo el común denominador el incentivo de la implementación de programas de integridad también conocidos programas de compliance, un cambio radical en la forma de hacer negocios o ejercer las actividades claves de las distintas organizaciones, en virtud; que en nuestro país la función de cumplimiento ha tenido un papel secundario vista comúnmente en entes regulados como banca y seguros para la prevención de lavado de dinero, estos cambios normativos vienen a transformar el concepto erróneo de la función de cumplimiento, donde las organizaciones piensan que esta figura solo se ve en grandes corporaciones o entes regulados, que son burocráticas y que limitan la operativa de la empresa, cuando realmente son un Business Partner de las organizaciones de alto impacto.
La función de cumplimiento en la actualidad es esencial en una empresa que no sólo busca obtener dividendos o una rentabilidad económica, sino que también dirigen sus iniciativas empresariales para generar impacto en la sociedad y contribuir positivamente en temas vinculantes para el país como lo es el medio ambiente, la lucha contra la corrupción, derechos humanos, entre otros, y es ahí donde el Compliance Officer como aliado estratégico mediante mecanismos de prevención y control busca que las actividades estén alineadas con los valores y objetivos de la empresa, generando confianza y credibilidad a terceros interesados. Su función es cuidar a la organización de pérdidas financieras y daños a la reputación por incumplimientos normativos y regulatorios, así como de tipo ético adoptadas por esta, también tiene el gran reto en conjunto con la Alta Dirección de generar una cultura de cumplimiento a lo interno y externo de la organización, pero para que el Compliance Officer pueda lograr sus objetivos es necesario que cuente con el apoyo esencial del máximo jerarca de la empresa, mediante un papel protagónico donde se le brinde esa autonomía e independencia para el ejercicio de sus funciones, los recursos humanos y económicos que sean proporcionales a la estructura y actividad empresarial, debe poseer un perfil profesional tipo gerencial y debe estar reflejado de esta forma en el organigrama de la empresa. Definitivamente la función de cumplimiento cada día adquiere mayor relevancia en nuestro país y las organizaciones están comprendiendo lo esencial de contar con esta figura a lo interno de su operativa sin importar la actividad, tamaño y ámbito en el que se desarrolle, es por ello; que los profesionales que quieran ejercer en esta área y convertirse en un Business Partner de organizaciones de alto impacto deben prepararse tanto en conocimientos como competencias, porque si bien no hay un perfil específico para ejercer la función de cumplimiento si es necesario prepararse en temas normativos, gestión de riesgos, gestión de procesos, investigaciones internas así como tener habilidades de liderazgo, comunicación, análisis, persuasión, entre otras que le van a ayudar a lograr los objetivos de cumplimiento.
MSc Dayanna Zúñiga Valverde